Espectáculos
Soledad-Oscar Palavecino-Los Nocheros
El folclore copa los estadios del rock
Cantarán en Vélez con entradas desde 72 hasta 275 pesos. El trío declara que los grandes medios de Capital no difunden su música y sin embargo tienen mucho público. Cuentan cómo se dividieron los roles dentro del show, en el que interpretarán un repertorio de 28 éxitos.
Por Gustavo Méndez
Backstage. Soledad Pastorutti y Kike Teruel, en el estudio de Fito Páez, practican el tema Simoca. El Chaqueño lee en la carpeta que registra los 28 temas que cantarán en Vélez. “Tenemos opiniones diferentes, pero no problemas de egos”, afirman los cantantes.
El próximo domingo, los tres íconos del folclore nacional de la actualidad, Los Nocheros (Mario Teruel, Rubén Ehizaguirre, Kike Teruel y Alvaro Teruel), Oscar “el Chaqueño” Palavecino y Soledad Pastorutti, se presentarán en el estadio Vélez Sarsfield en el evento denominado La fiesta, juntos de verdad. El trío, que interpretará todos los éxitos de sus respectivas trayectorias, dice que este espectáculo “surgió el año pasado cuando nos juntamos en el Luna Park a beneficio del Chaco Salteño. Yo –explica Palavecino– los invité a participar y de ahí quedamos en hacer algo este año”. Las entradas van desde los 72 pesos (campo) hasta los 275 (Gold VIP).
Desde hace dos meses, los seis artistas populares ensayan entre tres y cuatro horas por día en el estudio de Fito Páez, Circo Beat, en Villa Devoto, donde tienen una cocina abierta a toda hora a su disposición. Soledad aprovecha un parate para comer –de parada– una ensalada, mientras, simpática, charla con el cocinero, y Mario Teruel pide un bife con ensalada y una Coca Cola. Cada uno de ellos lleva consigo la carpeta con el repertorio de las 28 canciones que brindarán en el show. Cada estrofa está remarcada –con colores diferentes– con la parte que debe cantar cada uno. ¿El protagonismo y los egos? “Puede ser que cada uno tenga opiniones distintas, pero no sé si llamarlo egos. El show está muy bien armado porque vamos a estar todos arriba del escenario y no es que alguien va a cantar más o menos. Tenemos bien en claro en qué puesto tiene que jugar cada uno para que el equipo gane”, cuenta la Sole.
Además de repartir los temas y los dúos para el show, los folcloristas se encargaron de mezclar sus músicos de confianza para mantener la parcialidad artística, además de técnicos, stagemen y sonidistas. “Sobre el escenario habrá doce músicos. De mi banda –enumera Soledad– hay dos estables y dos invitados: guitarrista, acordeón, bajo y bombo. El Chaqueño pone una guitarra, tres violines, bandoneón y dos bombos, y Los Nocheros a los teclados, bajo y batería. El monitorista de estudio y sonido es mío. Fueron todas decisiones democráticas.”
La convocatoria del recital invita a la pregunta y abre el debate sobre por qué en Capital Federal no se organiza un evento folclórico como Cosquín. “Cuando vamos a otros festivales, desde el primero de enero comienza una movida publicitaria. Y eso acá en Capital sería imposible porque en los medios importantes no pasan folclore y entonces sería difícil formar un clima tradicional del mate, vino o asado. Hay gente que es del interior, que vive en Capital, pero que viene a laburar y cuando hay un fin de semana se va de viaje”, asegura “el Negro” Ehizaguirre. En cambio, Palavecino difiere de su colega: “Se puede hacer pero debe requerir una seriedad y producción grandes. Buenos Aires está llena de provincianos y a esas personas no les podés sacar el folclore así nomás. Yo hago un festival en el Tri Chaco, que es en el lugar más difícil para hacerlo y va por el séptimo año”. “Tiene mucho que ver con la idiosincrasia donde nos criamos. Por ejemplo, un Quilmes Rock con más de dos fechas no tendría éxito en Salta”, afirma Kike, quien se molesta ante la consulta acerca de si la clase alta de Capital consume folclore: “Nosotros no nos fijamos a quiénes les llega nuestra música. La verdad que nunca me puse a pensar si el rock internacional le gusta a la gente que tiene plata o por qué a la cumbia se la asocia con una clase social baja pero que después todos la terminan bailando. La música trasciende todos los niveles sociales”.
En un momento del ensayo, Palavecino se sienta, muy cansado. “¿Hasta qué hora más o menos vamos a estar, Mario?, ¿llego para ir a la cancha a ver a Boca?”, pregunta el salteño. “Imposible. Hasta las 12 de la noche por lo menos no terminamos”, responde el cantante-director, pero la jornada de ensayo terminó cerca de las dos de la madrugada. Soledad llama a ponerse en ronda para estar más cerca y poder mirarse a la cara, mientras un sonidista va despejando la sala para grabar la canción inédita para este show: Fiesta del alma, compuesta por Kike Teruel y Teresa Parodi. “El viernes que viene vamos a hacer una prueba de cámaras para ver el vestuario y cómo salimos con el maquillaje, porque vamos a grabar un DVD y un CD”, confiesa la cantante de Arequito, y agrega: “A nosotros nos paga un cachet a cada uno la empresa Fénix, que es la que se encarga de promocionar el recital”.
Los salteños Nocheros, Oscar Palavecino y la santafesina Soledad coinciden en que hay pocas personas en el país que conozcan los rincones de Argentina mejor que ellos, porque “año tras año lo recorremos tocando. Llevamos nuestra música a la gente”. Cuando se les pregunta qué sienten cuando las tierras nacionales se venden a patrimonios extranjeros, Rubén toma la iniciativa: “Me da una sensación de desprotección total. Me siento como un chico al que le sacan el caramelo más deseado y me duele que el Gobierno no haga nada para proteger las cosas que son de uno. Más allá que uno viva en Capital o en la Quiaca. No tenemos seguridad en la vida y menos vamos a pretender que tengamos seguras nuestras tierras o que los montes se cuiden”.
La conversación, en la oficina del estudio Circo Beat, hace hincapié en la democracia y llegan inconscientemente al reciente fallecimiento del ex presidente Raúl Alfonsín. “Fue triste porque siempre se los recuerda tarde a los que han sido los mejores. Parece una mala costumbre que tenemos los argentinos”, se emociona Rubén. “La primera vez que voté fue a Alfonsín. Y lo hice porque lo veía un tipo con unos huevos impresionantes y que le peleó a todo el mundo”, finaliza Mario.
“No volveríamos a una revista”
G.M.
KIKE TERUEL
El 15 de marzo, Los Nocheros finalizaron su participación en la revista Vedettísima, la cual produce y encabeza Carmen Barbieri y que estuvo durante la temporada de verano en Mar del Plata, con la que salió primera con más espectadores a nivel nacional. Ahora la obra se exhibe en el Teatro Liceo de Buenos Aires. Para Kike Teruel, fue una experiencia “distinta, loca y me encantó estar. Fue extraño porque hicimos 140 shows en el mismo lugar y siempre íbamos nosotros hacia la gente y no al revés”.
—¿Volverían a trabajar en una revista?
—Sinceramente, no sé si volvería a hacerlo, porque es la primera vez que participamos en el espectáculo de otro. Estábamos atados a un horario, a la vestimenta, y esa parte no me va. Somos muy pasionales para hacer las cosas. Nosotros somos de jugar con la intuición de la gente. Tuvimos un público de diferente idiosincrasia a la que estábamos acostumbrados. No somos de ese palo.
—Al estar rodeados por vedettes, ¿cómo fue la situación con sus mujeres?
—Eso depende de cada uno. Por empezar, mi esposa no estaba celosa porque ella contrasta totalmente con las mujeres que salen en el teatro y sabe el estilo de mujeres que me gustan y que sólo mi mujer lo tiene. La gente que está ahí es gente extrovertida, diferente, que le gusta un tipo de exposición de su cuerpo y persona. Y que ténes que estar vendiendo todo el tiempo, aunque no lo seas, una libertad física y mental para la gente. Nosotros no somos así, preservamos nuestras familias, integridad, somos muy caseros.
—¿Creen que a Carmen le va a ir bien sin Los Nocheros?
—El espectáculo estaba concebido sin nosotros, por lo tanto, le tiene que ir bien. El grupo está más allá de la taquilla, de cuánto se vende, porque en ese ambiente les gusta jugar con quién va primero, segundo o tercero. Nosotros hace rato que dejamos de contar las entradas (Risas).
“La situacion del dengue es crItica”
A los 49 años, Oscar Esperanza Palavecino se convirtió en uno de los portavoces de criollos e indígenas de la región que se compone por el Chaco Salteño. El cantautor se emociona cuando hablan de la provincia de Salta, que fue vapuleada por la tragedia de Tartagal a principios de febrero y ahora por la invasión del dengue. “Hasta ahora es una situación por la que nos tenemos que preocupar, porque las autoridades hacen los que pueden y está la obligación de limpiar y estar precavidos”, asegura.
Para Palavecino, el dengue no es una novedad: “Desde hace diez años que sabemos que el mosquito venenoso existe y dicen que viene del Amazonas. Lo que pasa es que ahora está atacando todo y va a seguir afectando a mi provincia. Es una situación muy crítica”.
Antes de ser uno de los folcloristas más aclamados por el público, el Chaqueño fue vendedor de empanadas, albañil y conductor de dos empresas de transportes. La notoriedad y popularidad cambiaron su vida. Tal es así, que adquirió una lujosa camioneta Hummer por la que luego fue vinculado a una compra ilegal. “Ya estoy tranquilo. Estoy esperando el sobreseimiento”, había dicho en diciembre el cantante.
“Ahora –agrega el Chaqueño– gané otro juicio a un periodista luego de cinco años de lucha en la cual me culpaban que me apropié de tierras. Yo tengo una fundación y estamos pidiendo a la provincia que nos dé cuatro hectáreas para hacer un invernadero, sembrar verduras, hacer dos hornos y generar trabajo. Para muchos soy un grano en la espalda –por no decir otro lado– y no voy a parar hasta que me las den.”
