Heridas que no cierran.
A dos años de la ruptura, el grupo salteño y el solista se miran de reojo y se lanzan algunos dardos.
El programa de Jesús María, sin buscarlo, los propone como un Boca-River.
Por Santiago Giordano y Germán Arrascaeta
Los Nocheros: Diplomacia y rencor.
Kike Teruel es el "nochero" más espontáneo, el que habla sin medir consecuencias. Ahora lo hace desde Mar del Plata. Y en primer lugar, acepta explicar por qué es tan complicado programar a Los Nocheros en Jesús María: "Hay que lograr un trato especial. Sabemos que el artista de Jesús María es el caballo, la doma. Los que cantamos no somos un adorno, pero sí un detalle". "En nuestro caso, este año, es especial, porque el domingo ya no hay doma. Entonces, pudimos exigir. La gente del festival accedió a todos nuestros requerimientos, y generó las condiciones técnicas para que podamos estar",
Amplía. A la hora de hablar del período post Jorge Rojas, Teruel asegura que su grupo está en el mejor momento, como el que supo vivir después del disco Signos. "En el último tiempo con Jorge, aun sin quererlo, hacíamos todo de taco. Nos estaba absorbiendo la rutina. Con Álvaro (Teruel, su sobrino), nos contagiamos. Los conciertos se llenan de chiquilinas, de gente nueva. Como nos pasó hace 10 años, cuando atrajimos a la gente que nos convirtió en clásicos. Álvaro nos dio un aire que con Jorge no íbamos a conseguir. La gente empezó a estudiarlo, después a compararlo y hoy lo disfruta", añade.
Ahora bien, ¿qué decir sobre Jorge? "Se fue por la puerta grande, como un caballero", contesta. Cuando se le sugiere que suena muy diplomático, Teruel precisa: "Nos dijo clarito que se iba, aunque podría haber aclarado que lo hacía para ser solista. Lo único que me molestó fue cuando, en ocasión de la presentación de su disco en Córdoba, dijo que le había dolido que no lo saludáramos. Pero le mandamos una botella de champán, que al parecer nunca llegó. Nuestro emisario fue Maxi, de La Barra".
"A partir de ahí, se generó una polémica. En otra nota, dijo que los Teruel éramos una cosa, y Rubén Ehizaguirre, otra. Tampoco había necesidad. Nunca fuimos amigos con Jorge pero sí grandes compañeros. Nunca tuvimos problemas. Y ahora no me hace falta hablar de él, pero en su momento, según parece, a él sí le hizo falta hablar de nosotros", finalizó.
"A partir de ahí, se generó una polémica. En otra nota, dijo que los Teruel éramos una cosa, y Rubén Ehizaguirre, otra. Tampoco había necesidad. Nunca fuimos amigos con Jorge pero sí grandes compañeros. Nunca tuvimos problemas. Y ahora no me hace falta hablar de él, pero en su momento, según parece, a él sí le hizo falta hablar de nosotros", finalizó.
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